El sacramento del Orden (conocido también como orden sagrado) incluye tres grados: episcopado, presbiterado y diaconado.
Según el Catecismo de la Iglesia Católica, la Orden es el sacramento gracias al cual la misión confiada por Jesucristo a sus apóstoles continúa siendo ejercida en la Iglesia hasta el fin de los tiempos: es, por tanto, el sacramento del ministerio apostólico.
De los tres grados (obispos, presbíteros y diáconos), los dos primeros son sacerdotales, pues el diaconado es un grado sólo ministerial. La ordenación sigue un orden jerárquico ascendente, por lo que comienza con el diaconado y termina con el episcopado. Para la ordenación de diácono, el hombre bautizado católico ingresado en el estatuto canónico de los clérigos (en contraposición al de los laicos, que incluye a todos los no ordenados).